La selenita tiene sus raíces en la antigua cultura griega, donde se le asignó su nombre debido a su semejanza con la luna. Este mineral se forma a partir de procesos bioquímicos en las profundidades de las cuevas, donde interactúa con otros elementos como el calcio, el oxígeno y el azufre.

También se relaciona con la energía de la Diosa Selene (también conocida como Mene) es la personificación y diosa de la luna en la mitología griega. Cada noche, viaja por el cielo en su carro, arrastrando la luna detrás de ella. Selene es la hija de los titanes Hiperión y Tea. Se la asocia comúnmente con las diosas griegas Artemisa y Hécate.